Guía para principiantes de Age of Sigmar

Introducción a Age of Sigmar

¡Saludos, comandantes!

Cada vez se acerca más el lanzamiento de Warhammer Age of Sigmar: Realms of Ruin, el juego de fantasía y devastadora estrategia en tiempo real desarrollado por Frontier.

Situado en la brutal Age of Sigmar, Realms of Ruin nos presenta un duelo entre facciones opuestas por la supervivencia y el dominio del Reino Mortal de Ghur.

Pero ¿dónde se encuentra Ghur exactamente? ¿Quiénes son los peces gordos de los Reinos Mortales? ¿Y qué significa todo esto para Age of Sigmar?

Si os estáis planteando todas estas preguntas, ¡habéis venido al lugar correcto!

Hemos creado este práctico manual con todo lo que necesitáis saber para introduciros en Age of Sigmar y liderar vuestras tropas hacia la victoria en Realms of Ruin.

Al principio, fue el final...

El nacimiento de los Reinos Mortales comenzó con el fin del Mundo-que-fue. Derrotado por las fuerzas del Caos, Sigmar, el Dios Rey de la humanidad, fue arrojado al vació junto con las ruinas ardientes del Mundo-que-fue.

Pero ni siquiera la destrucción del Mundo-que-fue pudo aplastar su espíritu indómito. A la deriva por el cosmos durante incontables eras, Sigmar fue salvado de su angustia cuando el Gran Draco Dracothion lo llevó hasta los Reinos Mortales, unos planos de la existencia que se habían formado a partir de las ruinas del Mundo-que-fue.

Así comenzó la Era de los Mitos.

Mientras Sigmar viajaba por los Reinos Mortales utilizando los llamados Portales del Reino, se encontró con otros dioses, espíritus y seres que, merced a su fuerza, su poder divino o su cabezonería, habían sobrevivido a la destrucción del Mundo-que-fue.

Con estos supervivientes, Sigmar formó su nuevo Panteón del Orden, consagrado a la protección de los Reinos Mortales y preparado para el inevitable regreso del gran enemigo. Superviviente él mismo de la muerte del mundo, Sigmar sabía que las fuerzas causantes del apocalipsis acabarían regresando.

Desde su sede en el reino de Azyr, el Panteón del Orden unificó a los pocos mortales que habían sobrevivido a la destrucción del Mundo-que-fue, quienes fundaron nuevas ciudades, reclamaron para sí los Reinos Mortales y construyeron bastiones del Orden para marcar el comienzo de una nueva era dorada.

Pero aquello no duraría. Gracias a la naturaleza corruptible de las razas mortales, el Caos volvió a filtrarse en el mundo. Los Poderes Ruinosos, tras arraigar en los oprimidos, los malditos y los egoístas, fueron corrompiendo lentamente a los más débiles y vanidosos para sembrar así las semillas del conflicto en los Reinos Mortales. Cuando la discordia, el conflicto y la magia que habían azuzado llegaron a su punto álgido, la tensión sobre la realidad fue tan enorme que los Dioses Oscuros pudieron irrumpir en los Reinos Mortales. Con la destrucción y el desorden sembrados por los daemons, comenzó la Era del Caos.

Tras reunir sus fuerzas, Sigmar y su Panteón del Orden lograron resistir en un primer momento el asalto de las fuerzas del Caos, pero, a medida que la guerra avanzaba, cada miembro de la alianza comenzó a dirigir la mirada hacia su propio pueblo y su propio reino, hasta que acabaron separándose.

En la crucial batalla por Todaspartes, el lugar donde se juntan los Portales del Reino, Nagash, Dios de la Muerte, traicionó a Sigmar. Golpeado y debilitado por la traición y por las artimañas del Caos, Sigmar se vio obligado a replegarse a Azyr y tuvo que tomar la difícil decisión de cerrar los Portales del Reino. Aunque con esta acción salvó a los habitantes de Azyr, dejó Todaspartes en manos del Caos, y con él, el acceso al resto de Reinos Mortales, algo que conllevaría muchas más muertes a manos de los Poderes Ruinosos.

Aun encerrado en el reino de Azyr mientras las tropas del Caos destruían y mancillaban los logros de la Era de los Mitos, Sigmar no estaba inactivo. Debilitado por todas estas batallas, sabía que no podría contener solo a los Poderes Ruinosos y salvar los Reinos Mortales del tormento eterno.

Con enorme esfuerzo y trabajo duro, en esta nueva Age of Sigmar, completó su mayor trabajo: los Forjados en la Tormenta. Creados a partir de las almas de quienes habían caído combatiendo el Caos, los Forjados en la Tormenta serían los campeones de Sigmar. Ataviados con armaduras de sigmarita y un armamento aterrador, los Forjados en la Tormenta podían luchar sin temor a caer en combate, pues Sigmar volvería a reforjarlos para que batallasen eternamente contra el Caos. Pero todo tiene un coste...

En su lucha contra las fuerzas del Caos a lo largo y ancho de los Reinos Mortales, los Forjados en la Tormenta fundaron múltiples enclaves de resistencia. Transcurridas unas cuantas generaciones, los bastiones han logrado resistir y han prosperado hasta convertirse en las Ciudades de Sigmar. Desde estos enclaves, los fieles a Sigmar parten a la batalla contra los Poderes Ruinosos para recuperar los Reinos Mortales para el Orden.

Cada mañana, con el repicar de la Campana del Cruzado, parte un nuevo contingente de Forjados en la Tormenta y demás razas del Orden. Cada noche, vuelven nuevas historias de oscuridad y perdición. Y mientras los ejércitos unidos del Orden reclaman victorias, otras fuerzas se agitan y chocan, y la guerra se extiende por todos los reinos.

Los Reinos Mortales

Los Reinos Mortales, formados por ocho planos de existencia, se formaron a partir de los restos del Mundo-que-fue. Conectados por los Portales del Reino, cada uno de ellos es su propio mundo, con sus propios paisajes, habitantes y peligros.

Estos son los Reinos Mortales:

• Azyr, el Reino de los Cielos: el deslumbrante Reino Celestial, corazón del poder de Sigmar y un bastión de cultura y orden, alberga gente de todos los reinos. Desde Azyr, los Forjados en la Tormenta lanzan sus ataques para restaurar el Orden en nombre de Sigmar.
• Aqshy, el Reino de Fuego: tierra de pasiones intensas y paisajes volátiles. Aqshy es la manifestación de todas las cosas intensas. Destruidos y asaltados por las fuerzas del Caos, los habitantes de Aqshy son tan feroces como el propio reino.
• Shyish, el Reino de la Muerte: un lugar de finales y decadencia silenciosa, compuesto por todos los inframundos de los habitantes mortales. Cielos e infiernos de todo tipo se unen en Shyish, pero allí también habitan almas mortales, además de los muertos. Nagash, el Dios de la Muerte, reina sobre Shyish, desde donde envía a sus legiones no muertas a reclamar las almas de los vivos.
• Ghyran, el Reino de la Vida: verde y rebosante de vegetación desenfrenada, Ghyran sufrió a manos de Nurgle, Padre de la Plaga, durante la Era del Caos. Infectadas por la decadencia y la peste, son pocas las regiones de Ghyran que han perdurado y permanecen incorruptas bajo la protección de la diosa Alarielle, Reina del Bosque Radiante.
• Hysh, el Reino de la Luz: la magia fluye desenfrenada por este radiante reino, antaño un bastión resplandeciente de sabiduría y pureza. Al igual que el resto de los reinos, Hysh sufrió durante la Era del Caos, pero sus habitantes se mantienen orgullosos, desafiantes y firmes.
• Ulgu, el Reino de las Sombras: Ulgu, reino espejo de Hysh, es un lugar oscuro y sombrío plagado de secretos. Muchos mortales consideran su hogar el Reino de las Sombras, pero los constantes conflictos, intrigas y ambiciones de sus habitantes lo convierten en un lugar peligroso.
• Chamon, el Reino del Metal: esta tierra en constante cambio fluctúa con la deriva y el desplazamiento de los subrreinos que la conforman. Haciendo honor a su nombre, el Reino del Metal se caracteriza por montañas de bronce y desiertos de hierro. Debido a sus recursos, los habitantes mortales se aferran al control de este reino con mano de hierro.
• Ghur, el Reino de las Bestias: un reino salvaje e indómito donde solo los más fuertes sobreviven. Ghur es una tierra de tribus y criaturas primitivas donde incluso la flora puede ser mortal. Ha sido escenario de numerosos conflictos brutales, ya que las potencias rivales compiten por controlar, aprovechar o simplemente dominar sus tierras. Como enclave de Realms of Ruin, Ghur volverá a sufrir la llegada de ejércitos beligerantes que buscan reclamar sus secretos.

Las potencias en guerra

Las fuerzas en conflicto en Age of Sigmar son tan variadas como los propios reinos, poblados por diferentes razas y potencias que luchan por hacer realidad su propia visión de los Reinos Mortales. Dichas facciones forman, en términos generales, cuatro grandes alianzas cuyos miembros comparten objetivos lo bastante similares como para trabajar juntos.

Orden

Las fuerzas del Orden, oponentes diametrales del Caos, son una alianza de razas y facciones que pretenden restaurar la civilización y el imperio de la ley en los Reinos Mortales. A pesar de sus muchas diferencias, la Gran Alianza del Orden está comprometida a resistir la influencia del Caos, conservar su estilo de vida y crear bastiones permanentes de civilización por los Reinos Mortales.

La Gran Alianza del Orden en Realms of Ruin está representada por los Forjados en la Tormenta. Se trata de los guerreros elegidos por Sigmar, la manifestación del Orden y el mayor instrumento de resistencia contra el Caos y el resto de las fuerzas enemigas.

Destrucción

Guerreros salvajes que viven por la guerra y la violencia. Las tropas de la Destrucción son partidas de guerra errantes formadas por razas brutales y sanguinarias. La Gran Alianza de la Destrucción, cuyos miembros son tan propensos a luchar como a colaborar entre sí, se mantiene unida por sus ansias de guerra, conquista y dominio sobre los Reinos Mortales.

En Realms of Ruin, la Gran Alianza de la Destrucción está representada por los Klanez Orruk Mandamaloz, unos guerreros astutos y retorcidos capaces de todo con tal de hacerse con la victoria y satisfacer su brutal ansia de dominación.

Muerte

La tumba no puede contener a las fuerzas de la Muerte, los sirvientes espectrales y no muertos de Nagash, padre de la nigromancia, que buscan reclamar las almas de los vivos y subyugar la vida en los Reinos Mortales. Las apariciones fantasmales, los nobles carnívoros y los ejércitos de esqueletos de la Gran Alianza de la Muerte extienden sus garras mortíferas por los Reinos Mortales para acabar con la vida y ejercer su control desde el más allá.

En Realms of Ruin, la Gran Alianza de la Muerte está representada por las Noctánimas, unos espectros consumidos por el odio que se han alzado de entre los muertos con el único objetivo de aniquilar a todos los que se atreven a vivir.

Caos

Sirvientes de los Dioses Oscuros, las tropas del Caos están formadas por mortales corrompidos que han vendido su alma en beneficio propio, ayudados por las retorcidas manifestaciones daemoníacas de esas viles deidades. Tratar de entender del todo a las fuerzas del Caos es tentar a la locura, pues están comprometidas a alcanzar los objetivos de sus dioses protectores y cometerán cualquier fechoría, por detestable que sea, con tal de obtener su favor y conseguir más poder.

En Realms of Ruin, la Gran Alianza del Caos está representada por los Discípulos de Tzeentch, adoradores del Dios del Cambio. Este ejército mágico de sectarios, daemons y abominaciones mutantes busca obtener el favor de su señor impulsando sus retorcidas maquinaciones y sus incognoscibles conspiraciones.

Warhammer Age of Sigmar: Realms of Ruin estará disponible el 17 de noviembre de 2023.

Con todos estos conocimientos, ya tenéis todo lo necesario para tomar el campo de batalla en Realms of Ruin el 17 de noviembre de 2023.

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